—Señorita Petronva —tocaron a mi puerta despacio en eso de las 4:00pm, me acerque a esta con cierta curiosidad y abrí encontrando dos chicas rubias, y por su senos protuberantes, operadas hasta la raíz del cabello, pero con una sonrisa juguetona en sus bocas—. Soy Yulia y ella es Galia, el coronel solito nuestro servicio para que la preparemos para la fiesta de esta noche, ¿le gustaría iniciar ahora? —me eche a un lado para dejarlas pasar.
Lo que ambas hicieron con una enorme sonrisa, me sorprendió ver la cuatro maletas que trajeron y también con la familiaridad que se desplazaron por la habitación como si la conocieran más que yo misma.
Supuse que esto iba ser para largo cuando me entregaron una bata y pidieron que me duchara.
Ahora estoy sentada frente a un espejo de tres cuerpos, rodeada de luces que acentúan cada ángulo de mi rostro. Aunque intento mantener l