~Alana~
La luna en lo alto brilla sobre el campo de entrenamiento. Walker, frente a mí, me rodea como un depredador, buscando mis puntos débiles mientras yo me mantengo en posición de defensa, con todos los músculos tensos y el sudor brillando sobre mi piel.
Mi respiración acelerada se oye pesada, más de lo que desearía. He pasado semanas entrenando, volviéndome fuerte, pero sigo sintiendo que me falta.
—Tus brazos más en alto, Alana; tu rodilla más flexionada. Recuerda que es tu apoyo y tu mejor agarre.
Mis brazos tiemblan al levantarlos. Diosa, quisiera morirme ya mismo con todo el ardor y el dolor de mis músculos.
—Si fuera un enemigo común, ya estarías muerta. Tus expresiones son muy obvias; estás cansada, con una mirada que le dice a tu enemigo: "mátame de una vez". Debes controlar tu respiración; puede oírse a kilómetros.
Se abalanza sobre mí en un segundo, logrando derribarme. El aire se escapa de mis pulmones al impactar contra el suelo y allí me quedo, mirando a la luna en lo