~Alana~
Avanzamos por el bosque como una sola unidad. La tierra zumba ante nuestra presencia; las patas golpeando el suelo levantan la tierra y las hojas secas.
El cielo gris deja caer pequeñas gotas de lluvia, humedeciendo nuestro pelaje en el camino.
Al frente se puede ver el humo negro elevándose al cielo; el olor a cuerpos quemados, madera y demás llega a nosotros como un torrente agobiante.
Nos detenemos justo antes de llegar a la manada más cercana; el olor a muerte perdura en el aire, así como los cuerpos que se van abriendo paso a nuestra vista.
Kyra se detiene al ver los cuerpos de lobos que lucharon por defender a los suyos, las casas quemadas y la sangre en charcos esparcida por todo el territorio.
Esto ha dejado aquí un claro mensaje, y supongo que todas las manadas de aquí en adelante, hasta el punto de encuentro, están igual.
«Damien realmente está loco o desesperado».
«Debemos tener cuidado, Kyra; es mejor ir con precaución».
Lark se detuvo a mi lado,