~Alana~
—No— un susurro bajo, casi inaudible, salió de mis labios mientras me dejaba caer con el informe en mis manos.
Las lágrimas me nublaron la vista, las letras se volvieron borrosas, pero su imagen, tan viva, tan a color, con esa sonrisa de triunfo, con esos ojos fijos llenos de determinación y de algo más, parecía traspasar el papel y estar viéndome directamente a mí.
Mis manos temblaban, la hoja se arrugaba entre mis dedos, sintiendo cómo el peso de esto comenzaba a ahogarme.
Él era el Rey, él había ganado.
—No…— volví a decir, esta vez más fuerte, sin importar que la sala estuviera llena de Alfas, nuestros únicos aliados en una batalla que siento que se me vendrá encima.
—Lo siento, Luna, todos esperábamos que fuera cualquier otro Alfa, todos sabemos que algo no marcha bien con esa manada, con los antiguos líderes…
—Todo va a estar bien; podremos confirmar muchas cosas en el baile de iniciación.
—¿El baile de iniciación? —pregunté, perdida, con la duda carcomiendo mi alma, así