Capítulo 53
—Está bien, suficiente, no más chistecitos. —César llamó a Santiago por celular.

—Trae un traje, por favor.

—Recuerda ponerte la crema para la quemadura —le recordó Teresa con amabilidad.

Santiago llegó rápidamente con la ropa.

César se cambió al traje y salió de la casa de Teresa.

Subió al auto y se fueron del conjunto residencial.

—¿A dónde vamos, jefe? —preguntó Santiago desde el asiento del conductor, con un tono neutral.

—Al conjunto Los Prados.

El auto arrancó.

César sacó su teléfono y vio que el dinero transferido había sido devuelto.

No le hizo gracia.

De inmediato devolvió la llamada al gerente del Hotel Aurora.

—Señor, la señorita Lorena, que estaba en la habitación 1608, hizo el check-out a las cuatro de la tarde.

—¿Salió sola? —preguntó César.

Esto… ¿cómo podría explicarlo? pensó el gerente del hotel.

—¿Te comieron la lengua los ratones?

—La señorita Lorena hizo el check-out acompañada del señor Adrián, que estaba en la habitación 1609 —respondió el gerente con voz tembloro
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