Todos sabían que Perla iba a llevar a los niños al día siguiente, así que nadie intentó convencerla de que no.
Después de la comida, cada uno se fue por su lado. Aún tenían que esperar la confirmación del responsable de la exposición de arte, que les enviaría un correo.
Algunas pintoras propusieron ir de compras juntas y le preguntaron a Perla si quería acompañarlas. Ella no aceptó y se fue a su carro.
Normalmente, César le enviaba mensajes todo el tiempo, pero hoy no había recibido ninguno de esos mensajes molestos. Le pareció raro. Tal vez era por el funeral de su abuelo, además de lo ocupada que debía estar la empresa. Aunque nunca había leído esos mensajes y siempre los borraba de inmediato, incluso lo había bloqueado varias veces. Pero él siempre cambiaba de número y la contactaba de nuevo, así que terminó dejándolo pasar y dejó de bloquearlo.
Mientras tanto, Marina se preparaba para salir a encontrarse con Ricardo a cenar. Al bajar al primer piso, vio que Andi la detenía.
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