Álvaro suplicó:
—¡Está bien, está bien, no me pegues más! Soy un hombre, no voy a rebajarme a tu nivel.
El cojín cayó justo de su frente y terminó sobre su pecho. Lo abrazó y caminó hacia el sofá para sentarse. Miró a Marina de arriba a abajo y dijo:
—Sí que te has arreglado bastante, ¿a quién vas a ver?
De repente, le vino una idea y su mirada cambió.
—No me digas que ya tienes novio, ¿no? ¿En tan pocos días desde que llegaste a Puerto Mar ya conociste a un chico guapo?
Aunque William nunca lo había dicho en público, él sabía que su hermano siempre había tenido novias. Perla también estuvo con César en su momento, y ahora Marina ya tiene novio. ¿Será que ahora toda la familia tiene pareja, menos él?
—¿A quién voy a ver no te importa? Métete en tus propios asuntos. —Marina miró la hora, Ricardo ya la estaba esperando en la esquina.
Desbloqueó la pantalla del celular, apartó la mano de Andi y se dio vuelta para irse.
Álvaro se puso nervioso:
—Eh, no, ¿vas a dejarme con los dos niños pa