Damien quiere jubilarse. El Grupo Financiero Meyer también debería ser entregado a Ricardo.
Marina miró a Ricardo y preguntó algo confundida:
—¿Qué significa esto de tus padres?
El encuentro inesperado había desconcertado a Marina. ¿Ahora tendría que ir a cenar con ellos también?
Ricardo sonrió y no respondió.
Mientras tanto, Andi, que estaba en brazos de Damien, hizo reír a los dos ancianos con su carisma.
Ricardo intentó tomar la mano de Marina para acercarse, pero ella se quedó quieta.
—Tíos, esta noche he venido con mi familia a cenar, ellos ya están esperándome en el restaurante. No voy a quedarme con ustedes, llevaré a Andi y me iré. Volveré otro día a verlos. —Marina se despidió educadamente.
—Andi, bájate, ya es hora de irnos.
Damien y Elettra se miraron, confundidos, y dejaron que Andi bajara de sus brazos.
¿Fue un malentendido? ¿O Ricardo no organizó bien esto?
Después de bajar, Andi caminó de vuelta junto a Marina.
Cuando Marina intentó llevarse a And