—Yo te llevo —dijo César.
Ander estaba a punto de responder, pero Ricardo lo levantó y lo abrazó.
—¿Qué vas a llevar? Mejor que yo te lleve, tú quédate con los socios. —Esta conversación la tuvieron en el idioma de Valle Motoso, y Ander claramente podía entender lo que decían.
Ander abrazó el cuello de Ricardo, tranquilo, porque después de todo, el señor Ricardo también era bastante guapo.
Ricardo lo sostuvo con firmeza y se levantó para salir de sala privada. Parecía que recién había escuchado la voz de Marina...
Justo antes de salir, Ander le hizo un gesto de despedida a César y, en idioma de Valle Motoso, dijo con voz suave:
—Adiós, señor César.
Ricardo abrazó a Ander y fue a la entrada. Durante el camino, empezó a preguntar indirectamente:
—Ander, ¿cómo se llama tu tía?
Ander, sin desconfiar nada, respondió sin pensarlo:
—Mi tía se llama…
No terminó de hablar, porque sus grandes ojos brillaron al ver la sombra de Marina. Con sus deditos, señaló hacia adelante y