Gia.

Esperaba una habitación como la de las películas eróticas, con máquinas, cuerdas, y aparatos sexuales pero esto parece solo una habitación nor… Estornudo debido a su perfume concentrado. Él me ve, y me alzo de hombros.

He estado ignorando que me pica la nariz, pero su perfume es fuerte para mí, y no me gustaría hacérselo saber.

Mi curiosidad aumenta cuando lo veo acercarse a una pared. Su mano se hunde en alguna parte haciendo un pequeño sonido. Jadeo sorprendida al ver cómo la pared gira verticalmente hasta mostrar otra parte cubierta de terciopelo negro donde cuelgan todo tipo de juguetes, cuerdas, cintas, pinzas, esposas, bandas, látigos…

Mis ojos se abren en grande cuando de una esquina saca un par de guantes de cuero negro, los que le he visto usar antes. Y me desilusiona saber que no tendré contacto directo con su piel.

El sonido de sus pasos es más fuerte en estas cuatro paredes y eso debilita mis sentidos.

Es una situación me que deja entre la espada y la pared; porque ne