La tía Helen disfrutaba de una copa en la amplia barra del bar junto a la piscina, donde un hombre que acababa de llegar la saludaba con un beso. Parecían conversar con complicidad, tomados de las manos, intercambiando besos que iban y venían. Nita observaba la escena con atención, y por fin, la tía Helen lucía radiante, llena de felicidad.
Ella, por su parte, se despidió de Garry agradeciéndole por el tiempo compartido y la copa de helado. Sin prisas, decidió marcharse a dormir, ya que era tarde y la tía Helen estaba muy entretenida.
Al llegar a la recepción, optó por subir por las escaleras; en realidad, quería hacer tiempo, sentía una profunda soledad sin la compañía de Kiki, así que fue subiendo cada peldaño lentamente, con calma.
No podía dejar de pensar en Coby. Se tocó los labios, recordando aquella escena del beso. Sus emociones se agitaban en su interior, una mezcla de deseo y confusión.
Al llegar al último escalón y girarse, Coby apareció de repente, tomándola del brazo y ll