Luces y Sombras
Estudio de Alexander, Mansión en Londres
El sonido de las viejas maderas crujir al recibir el peso de sus pasos rompió el silencio tenso que había caído sobre el estudio. Los tres hombres estaban reunidos alrededor de la mesa, la luz cálida de la lámpara iluminaba sus rostros mientras las sombras del atardecer se deslizaban lentamente hacia las esquinas de la habitación. La atmósfera estaba cargada de una mezcla de decisiones y estrategias, como si todo lo que había sucedido los últimos días estuviera formando un punto de inflexión que ninguno de ellos podía ignorar.
Alexander se encontraba en su silla, mirando por la ventana, los dedos entrelazados con tranquilidad mientras observaba la ciudad que se extendía ante él. Su mente trabajaba con rapidez, planeando ya lo siguiente. Sabía que el mundo en el que se movían no era uno de simples decisiones morales o legales; era un mundo de sombras y luces, de coleccionistas y cazadores.
James se mantenía de pie junto a la mesa