Elise
Chris no tardó en cerrar el trato después de aquella noche, así que desde entonces me dediqué a practicar todo mi repertorio en francés, como ellos lo habían solicitado. También incluí un par de canciones en italiano, que interpretaría justo antes de cada descanso, ya que tendría dos pausas esa noche.
—Pues, sí, amore, todo está en regla —me dijo Alessio tras varios días de investigar rigurosamente la seguridad del evento, como siempre hacía—. Me puse en contacto con el embajador y me confirmó el interés que tienen en ti, y en que cantes en su aniversario.
—¿Te imaginas que luego termine cantando para la realeza? —bromeé, aunque en el fondo la idea sí me hacía un poco de ilusión.
Solo en mis más sueños profundos de infancia me había visto cantando para personas importantes. Con el tiempo, mis metas se volvieron más realistas, pero esa niña del pasado, esa que aún vivía en un rincón de mí, estaría saltando de emoción por lo que estábamos logrando.
Sí, todo había surgido de u