Elise
Época actual
Todavía estaba en la habitación cuando me desperté, pero no en el suelo, sino en la cama. Alistair, apoyando las manos en el colchón, miraba desde el suelo con una ansiedad que me rompió el alma.
—Bebé…
—Mami —dijo sonriendo e intentó subirse a la cama, pero una voz desconocida le pidió que se detuviera.
Giré el rostro y me encontré con un hombre asiático que parecía un médico, aunque no llevaba bata. Murmuró algo en japonés, a lo que Alessio asintió.
No solo era odioso, sino también bilingüe.
De pronto, tomé conciencia de que ese pobre hombre no debía tocarme ni revisarme. No quería más muertes sobre mi conciencia, y no sabía a ciencia cierta qué haría Alessio con él cuando se fuera.
—Tiene que irse —murmuré, apartando la muñeca—. Por favor, no me toque. Váyase antes de que…
—Elise, ¿de qué demonios hablas? Te está revisando porque te desmayaste.
En el fondo lo comprendía, pero seguía tan aturdida por el desmayo que solo podía pensar que Andrei estaba cerca y qu