Sonia
Años antes
Sí, algo malo estaba pasando con Andrei, justo como lo sospechaba. No me creía ni una mierda que hubiese surgido algún problema que tuviese que atender, no cuando tenía a miles de trabajadores a su disposición. Incluso si decidiera dejar de atarse los cordones de los zapatos o lavarse los dientes, siempre habría alguien que lo hiciera por él.
Ese infeliz estaba esclavizado por alguna de sus amantes, y ya no me quedaba duda.
¿Cómo me iba a sacar de la cabeza aquella mirada oscura? Odiaba a ese maldito camarero con todas mis fuerzas. Siempre parecía empeñado en aparecer en todos los sitios a los que iba con Andrei.
—Genial, tal vez comienzo a ponerme fea —murmuré, mientras me veía en el espejo.
Objetivamente, no había nada de malo en mí, pero tampoco había nada que me hiciera destacar. Existir siendo así era demasiado difícil sin tener a mi hermana a mi lado, ya que ella siempre me recordaba mis virtudes, aunque fuera de manera sarcástica.
Se me llenaron los ojos d