C229: Sí te recuerdo.
Jordan abrió los ojos con lentitud, como si los párpados le pesaran toneladas. Un latido sordo en el costado de su cabeza le recordó que había recibido un golpe fuerte, lo bastante contundente como para hacerla perder la conciencia. Había intentado escapar cuando la metieron en un coche tras sacarla del cabaret. Se había resistido con todas sus fuerzas, había forcejeado, luchado, hasta que uno de ellos, cansado de sus movimientos desesperados, la había golpeado para silenciarla. Desde ese momento, todo había sido oscuridad.
Y ahora, al despertar, la penumbra persistía. No estaba completamente a oscuras, pero la tenue iluminación apenas alcanzaba para distinguir los contornos de la habitación en la que se encontraba.
Jordan apenas podía moverse. Tenía los brazos completamente extendidos hacia arriba, elevados sobre su cabeza, y sus muñecas estaban fuertemente encadenadas. El dolor en sus hombros ya comenzaba a hacerse insoportable, mientras estaba sentada sobre el suelo frío, con la es