Damián
Ella me odiaba, podía sentirlo. No solo eso: estaba decepcionada de mí. Los mates no solo se aman, se admiran uno al otro. Yo la admiraba a ella desde el primer día, pero… le había dado la peor de las imágenes desde el primer momento.
—Quiere rechazarnos… va a rechazarnos —le dije a Ronan, y él se negaba.
—¡No voy a perder a mi mate por tu culpa! —gritaba. Ella huía, y ese maldito trato nos gobernaba. Caí de rodillas y directo al suelo, mientras ella gritaba.
—Damian… —suspiró, acercándose a mí. Sus lentes se empañaban de lo agitada que estaba su respiración. Acariciaba mi rostro, me veía preocupada.
—Rompí el trato con ellos. Connie es solo una víctima más de ellos… la odian por ser mujer. No debí ayudarla, pero pensé que nos beneficiábamos. Jamás debí ocultarlo, mate —le supliqué, y sentía que un dolor terrible me recorría—. Ellos querían quedarse contigo a cambio… jamás podía permitirlo, ¿me entiendes? —le dije agitado—. Hice una promesa sagrada, un pacto con sangre. Es vinc