Damián
—Creo que no tienen más para decir, alfa —susurraba el Duque, limpiándose la sangre de la boca. Tenía un traje antiguo; era una combinación de un hombre de otra época con alguien que intentaba adaptarse a la modernidad. Se manejaba bastante bien en la ciudad y, si bien no usaba computadoras y le costaba la tecnología, era extremadamente inteligente, supose que siempre lo debe haber sido. Lo conocía desde hace cinco años aunque poco lo veía, y cuando regresó me desagradó verlo cerca de mi mate, pero no podía decir que me cayera mal ahora. Además, había demostrado ser un recurso importante.
—Tienes razón —suspiré.
Nuestro prisionero cazador estaba desmayado en el suelo. Entre una combinación de mis golpes y el hechizo del Duque, sumado a su alimentación en él para reforzar el vínculo, el cazador había hablado bastante.
Se suponía que este era trabajo de mi beta, pero él seguía intentando localizar a los cazadores que estaban en el bosque. Tenía notificaciones diarias: su padre, S