— No te dejare…y no dejare que nadie más te vuelva a hacer daño — respondió Edmond mirando con frialdad hacia la nada, prometiendo dolor y agonía a todo aquel que se atreviera a lastimar a Juliette…o a quien quisiera apartarla de él.
Las nubes se amontaban en cúmulos fríos rodeando el avión donde viajaba, Eros observaba aquel cielo amanecido, estaba cerca de aterrizar de nuevo en Paris…Alfred le había avisado sobre lo que había ocurrido en su ausencia, Edmond Rohan había tomado los afectos de Juliette Lambert para sí mismo…no lo perdonaría, no lo toleraría…aquellos dos se separarían y la hermosa rubia tendría que aprender a amarlo…lo quisiera o no…
El príncipe sin reino que lo deseaba todo para sí mismo…la crueldad que se reflejaba en sus ojos zafiro se fundía con la ira de saber a su obsesión en brazos de otro…Thomas escapaba junto a su nieto a tierras más pacificas ya sabiendo la tormenta que estaba a punto de desatarse, dejando al infante en buenas manos sabía que debía estar cerca