— Una vez que nos deshagamos de Fernand quiero que seas mía, no te marcare, lo juro, lo único que quiero es que estés a mi lado con la libertad de querer hacerlo — dijo Alfred deseando tomar entre sus brazos a la hermosa loba de piel morena.
Ekaterina sonrió ante aquel comentario, ella no amaba a Alfred, no amaba a Fernand...no amaba a nadie, pero utilizaría a aquel beta para convertirlo en un alfa, y con ello, asesinara a Fernand para finalmente ser libre de aquella miserable marca que portaba en el cuello, entonces, y solo entonces, podría volar a donde sea sin seguir las reglas absurdas de una manada.
— Por supuesto, te amare con toda la libertad de hacerlo...una vez que Fernand Beaumont se una con sus ancestros en el más allá — dijo Ekaterina con fingido amor.
Alfred, sonrió ante aquellas palabras dichas por la mujer que deseaba tener para si mismo, Ekaterina sería suya una vez que logrará asesinar a su líder y alfa.
— Haré lo que Eros me pidió hacer, vigilare a esa mujerzuela que