Acariciando la pulsera en su mano, una vez mas no se sentía ella misma, todo comenzaba a volverse extraño y confuso, no había tenido de vuelta aquellos sueños húmedos con Edmond, Beaumont ni nada con relación a ellos dos, también, pensaba en su hermano perdido, y de nuevo, venía a ella la inquietud de lo dicho por Travis, la posibilidad de que su hermano fuese un asesino, recargándose en el vidrio de la ventana, en ese momento deseo tomar un avión de regreso a su antiguo hogar y olvidarse de todo, pero, sabia…no podía hacerlo.
Había llegado al lujoso restaurante, todo era tal cual lo había imaginado, la sofisticación y el lujo eran todo cuanto se apreciaba en el sitio, la habían guiado hasta la mesa donde ya la esperaba su anfitrión con una enorme sonrisa dispuesta, de nuevo, aquel sentimiento de familiaridad la embargaba, aquella sonrisa le recordaba de cierta manera a la de su padre, aunque, en realidad, el joven Ceo no era en nada parecido a él, sonriendo para él, Juliette tomo el