Una charla casual, un taller de pintura, un encuentro fortuito en el parque una noche no demasiado oscura, un rincón sobre una banca, besos fogosos y apasionados, toqueteos inesperados y deliciosos, un hombre que tenía una llama interior oculta de los ojos del mundo, una llama que solo a ella parecía mostrarle dejándole ver qué era más que un Ceo y multimillonario serio con un imperio a cuestas para cargar, era un hombre fogoso, con ese fuego oculto que le encantaba, y que la hacía desearlo desnudo sobre ella, tomándola por los cabellos mientras la tomaba con violencia, forzándola a mirarle a los ojos, aquellos ojos castaños profundos y misteriosos que la hacían desear cada uno de los secretos que se guardaba para sí mismo...se estaba convirtiendo en una depravada...y por alguna razón, aquello no la molestaba en lo más mínimo, tan solo la hacía sentir deseo de tener un trío con ellos dos, que la tomarán una y otra vez, que aquellas manos fuertes que tenían ambos, estrujaran sus pechos