Miedo...aquella respuesta inmediata hacia aquello que desconocemos o sabemos que nos puede lastimar...el miedo atroz que le provocaban esos ojos verdes.
La helada brisa hacia volar algunos de sus cabellos haciendo que estos comenzarán a hacer cosquillas en su mejilla y nariz, el viento que se colaba por la ventana no era gentil, se estaba moviendo a gran velocidad, ¿dónde estaba? ¿Que había ocurrido?
— ¿Estás bien Juliette? —
Ella conocía esa voz, era Edmond...su amado príncipe pianista, incorporándose se observó en el interior de un lujoso vehículo en movimiento.
De pronto las imágenes estallaban una tras otra en su memoria, Eros la había tomado por el cuello haciéndole daño…aquel hombre se había colado por su ventana para amenazarla, recordó el sonido de sus muebles rompiéndose, los gritos del adonis pelinegro rebotando en sus oídos y su propia desesperación intentando respirar, Eros Dagger la había intentado besar de nuevo...y Fernand Beaumont había llegado a salvarla...
Tocando la