Estúpido Shawn, estúpido Dios Schadenfreude y estúpido yo por gustarme esa hembra problemática.
Shawn se ha negado a siquiera dirigirme la palabra hasta que vaya personalmente a disculparme ¿Por qué debo disculparme? ¡Es ella la que quiere cambiar todo a su antojo! Incluso si su aullido fue desgarrador no se compara con todo lo que me ha hecho pasar desde que llegó.
¿Lo peor de todo?
Aunque sé que tengo toda la maldita razón, aquí estoy subiendo a la media noche como ladronzuelo trepando desde el suelo entre ventanas varios pisos hasta llegar a la baranda de mi propia habitación la cual ya se ha apropiado esa misma mujer que me tiene hecho un lío.
¡¿Por qué #$%#$ me estoy colando como ladrón por la ventana en lugar de entrar por la #$$% puerta?!
¡¿Qué diantres me ha pasado?!
Puedo continuar cuestionándome pero ya he llegado a la cima, con unos movimientos ágiles salto, me asomo por la ventana semi abierta y su olor es lo primero que golpea en mis sentidos.
¡BAM!
Luego salto al escuchar un gran golpe.
— ¡Estúpido Ery, alfa idiota, petulante arrogante pedazo de...si no está pensando con el pito está de déspota y grosero! ¡Tonto, imbécil!
Aunque Shawn no me habla puedo sentir sus movimientos agitados y se está riendo el maldito desgraciado.
— ¡Bien, haz lo que quieras! ¡Arrogante, pretencioso y petulante Alfa nefasto!
¡Si vas a insultarme no uses puros sinónimos!
Después de que ha terminado de golpear, finalmente, la muy digna se acuesta a dormir.
— ¿No vendrás esta noche?
Si voz suena como un susurro y estoy tentado a entrar cuando vuelve a insultarme.
—Pues que se j#d4, por mí que no vuelva.
Cierro el puño y salto por la ventana ¡Que se j#d4 también!
En cuanto caigo al suelo milagrosamente de pie, me acerco molesto a la cocina. Milo me las va a pagar por iniciar todo este desastre y meterle ideas a mi esposa.
Ajeno a todo cuanto sucede a su alrededor, mi mejor amigo se ve absorto y sonriente mientras hace una actividad que no corresponde a su rango.
"¡¿Sabías que le gusta cocinar?!"
Si, ya lo sabía... En parte.
"¡Se cuela por las madrugadas para hacerlo y así no verse mal!"
Debería regañarlo por eso, se ve tan inmerso en su propio mundo que ni siquiera ha notado que estoy aquí.
¿Le gusta tanto?
Creí que solo era un pasatiempo inútil Y que solo estaba haciendo su deber como mi segundo al mando al asumir un rol temporal cuando Bertha no está.
Bertha Thunderhowl aunque es mi nodriza y prácticamente me ha cuidado desde que soy un cachorro, sigue siendo una Omega de rango bajo. Si la he apoyado y le doy vacaciones continuas es porque es como una segunda madre para mí así que el que Milo cocine es algo conveniente a veces. Nunca pensé que lo viera como una excusa para cumplir sus sueños.
— ¿Entonces es cierto que te cuelas cada madrugada o cuando no hay nadie?
Milo pega un grito y se cae lo que lleva en la bandeja.
— ¡Alfa! ¡Perdón, no quería molestar--!
—Descuida, Milo. Incluso si por tu culpa Cady y yo nos peleamos no voy a regañarte.
— ¿Pelearon? ¿De nuevo? —Dice eso último fingiendo sorpresa.
Le señalo el asiento y me siento en la mesa de la cocina, eso le sorprende a Milo pues es el lugar donde comen los sirvientes.
—Si me sirves de consejero pasaré por alto que te quieres sentir Omega.
—No quiero sentirme Omega, es que no puedo evitar querer cocinar--
—Como sea. Siéntate y escucha.
Entonces le cuento la pelea que tuve con Cady.
— ¿De verdad le dijiste eso?
— ¿Qué le dije?
—Que solo te sirve para tener hijos.
—Lo hice ¿Y qué? ¿No es para eso que se tiene una Luna?
—Sabes que lo arruinaste en grande incluso si lo tratas de cubrir con indiferencia.
—Sí, no debí decirle eso. Pero ella me dijo algo que me molestó antes.
— ¿Lo de que eres "mucho más"?
—Exacto. Incluso me amenazó con no darme sexo si te regañaba por lo que haces en secreto.
Entonces Milo se ríe como condenado.
— ¡Eso no es gracioso!
—Lo siento... Sé que no debería reírme de lo que aflige a mi alfa pero... ¡Es la primera vez que escucho de una Luna que amenaza al alfa y le prohíbe tener sexo por una disputa!
— ¿Ahora me entiendes?
—Entiendo que los dos son demasiado infantiles peleando a cada rato por trivialidades.
— ¡Ella es la infantil! Subí por la ventana pensando en hacer las paces y sorprenderla…. ¡¿Sabes lo que hizo?! ¡Golpeó la pared llamándome un arrogante, pretencioso y petulante Alfa nefasto!
Gruño del coraje y Milo alarga el brazo para acomodar frente a mí una taza con café.
—Aunque eres mi Alfa también eres mi mejor amigo, Ery. Aún me sorprende verte actuar como un joven de 21 años y no un Alfa perfecto.
¡Es precisamente eso lo que no quiero hacer!
—Incluso si no es correcto me alegra verte al menos una vez siendo solo Ery.
— ¿Qué quieres decir con eso? —Digo con cierto aire de enojo.
—Que desde cachorros siempre has querido ser perfecto y sin emociones. Por un tiempo pensé que no tenías corazón...tu cumpleaños era el día de golpear lo que se atravesara en tu camino y todos tenían que huir. Has cambiado, es cierto, haces cosas extrañas de vez en cuando actuando como loquito… pero no me desagrada este nuevo Alfa Ery.
Nuevamente me golpea el hombro y sé que es sincero aunque me preocupa que me hable de manera tan informal y juegue como si no fuéramos Alfa y Beta.
—Incluso antes de ser el líder de la manada te comportas como anciano, nunca te he visto ser un joven lobo normal. Debería agradecer a la Diosa luna por unirte a una hembra que puede sacar aquel lado reprimido del Alfa de manera natural.
— ¿No te molesta que me comporte menos Alfa?
—Si eso me molestara ya me habría retirado de la manada desde el momento en que decidiste tomar como Luna a la primera hembra que te insultó.
Incluso Milo se ha percatado de lo mucho que he cambiado desde que ella se cruzó en mi camino. No importa si es por una pelea, me siento más libre y puedo decir todo como nace desde mi cabeza.
La mía, no lo que dice Shawn. Quien por cierto sigue callado.
—Milo, a partir de ahora estás a cargo de los alimentos de mi Luna.
— ¿Todos?
—Los que ella te pida.
Puedo preocuparme de nuestra pequeña disputa después. Primero debo asegurarme de no perder mis valiosos recuerdos que me hacen ser “Ery”.
—Por cierto, Milo. No he sabido nada de Freya desde que regresó a la manada...
Así que debo cumplir con el desafío de ese maldito Dios a como dé lugar.
****
Ahora que he hablado con Milo me siento más liviano. Si quiero hacer las paces es mejor traer una ofrenda de paz. Ella dijo que necesita beber y aún nos queda el resto del día y la mitad de mañana para superar esa misión.
Además, si no hago lo que ordena el Dios Schadenfreude me dejará impotente por tres meses. Podría soportar cualquier castigo excepto ese y perder recuerdos.
— ¿Oh, Ery? ¿Qué te trae por mi humilde morada? —Freya abre la puerta vestida con una delicada bata que apenas le cubre el muslo. Seguramente lleva un camisón ligero debajo— ¿Vienes con intención de seguir lo que dejaste pendiente hace unos días?
—Tú misma dijiste que me volví aburrido y un sedentario de una sola hembra.
— ¿Y no es cierto? —Freya se enrosca entre mis hombros pasando sus largas uñas por mis hombros y pecho.
—Para qué te lo voy a negar aunque en estos momentos no estamos en buenos términos.
—Bien, sé que no me buscarías si no esperas algo a cambio, si es sexo casual no me meto con casados.
Eso dice pero no ha dejado de manosearme y recorrer mi cuerpo con sus uñas.
—Ya te dije que no quiero eso. — Toso— como sabrás estoy considerando sacar a los miembros del consejo de las mazmorras.
—Ajá. —Trata de aferrarse a mi cuello pero la alejo de inmediato tomándole de las muñecas.
—Seguramente esperas que libere a tu padre así que te propongo algo.
—No tengo sexo casual con casados mandilones —Dice arrebatando sus muñecas del agarre de mis manos.
— ¡Que no te voy a pedir sexo!
Freya se ríe con elegancia acomodando su cabello hacia atrás con un solo movimiento del dorso de su mano.
—De acuerdo, Pero por mí que mi padre se pudra ahí.
— ¿No te afecta que esté ahí?
—Vi la larga lista de lo que se le acusa y no estoy de acuerdo en sus actos.
Y es esta la razón por la que creo que Freya es aterradoramente fría.
—Estuve en el reino de Sor Orentia Stumble. Hablé nuevamente con el príncipe Hagen Van Stumble, tampoco está de acuerdo con que liberes a esos presos.
—Fueron encerrados sin un juicio así que solo estoy rectificando.
—Sí, claro. Cómo si no supiera que tienes un trato con Alfa Sieg.
Ese #$%# traidor.
—Incluso has hablado con tu padre y hecho un trato con él, has cambiado demasiado, querido.
—Tch. —Tampoco me agrada esa parte.
—Si te cansas de jugar a la casita con esa niña búscame.
Me acaricia las mejillas con su mano rozando sus uñas como si me quisiera arañar. De inmediato quito su mano antes de que me deje alguna marca o me ataque como hiena.
—Jamás me cansaré de Cady.
—Eso lo veremos. No puedes ir contra tu naturaleza por mucho tiempo, eres un lobo malo y los lobos malos no soportan por mucho tiempo a esas aburridas niñas buenas. Si lo que quieres es una verdadera mujer puedes divorciarte y yo te daré de nuevo esas increíbles noches de...
—Ahora prefiero a las niñas buenas. —Digo firme y seco.
—Si claro, apuesto a que te ha matado de hambre.
¡¿Cómo sabe eso?!
— ¿No has escuchado los rumores? Hasta rompimos la cama.
— ¿Quien asegura que no la hayas roto tú mismo para aparentar lo contrario? Además si ya lo hubieran hecho no tendrías esa cara de perro hambreado.
Su intuición es tan aterradora como siempre.
—No todo es sexo en esta vida.
—Claro que lo es. El sexo es vida y poder, no por nada existen muchas historias de guerras originadas por una mujer. El deber de un Alfa y su Luna es generar descendencia, sin embargo solo has estado jugando a ser el esposo devoto sin nada de acción en la cama.
Freya me toma de la barbilla con dos dedos haciendo pinza mientras me mira como si me tuviera lástima.
—Para tu información mi esposa es maravillosa. No puede compararse noches tragando aperitivos con un platillo fuerte de primera clase.
—Donde por supuesto el platillo fuerte soy yo.
—Ya quisieras.
—Te conozco Ery, tarde o temprano te darás cuenta de que dejar de fumar y mandar gente a besar tus pies no vale la pena por una relación tan infantil. Has dejado todo lo que eres y has perdido todo por cuanto has sacrificado ¿Para qué? Por una chica de humo que se te escapa de las manos.
¡DING, DING, DING!
<<Prueba superada, la recompensa ya se encuentra en el inventario>>
Me siento sucio
'Siempre lo has sido, Ery'
¡Agh, a buena hora me vuelves a dirigir la palabra, lobo injurioso!
—Antes de que te vayas por favor considera lo que te dije, Ery. Si de verdad vale la pena abandonar y perder todo cuanto has sacrificado por esa pequeña inmadura.
Incluso supo el momento en que pensé retirarme, menos mal que somos amigos o ya me habría declarado la guerra.
—Haz traicionado al consejo y faltaste a tu palabra por un capricho generado por tu orgullo. Perdiste todo respeto desde que elegiste a esa Omega.
Detesto su sentido de intuición.
—Es demasiado aburrida. Tarde o temprano regresarás de ese sueño infantil y volverás a ser el macho alfa. Cuando eso suceda ya sabes dónde buscarme. —Se abre la bata y me muestra su cuello descubriendo sus hombros. —No puedes negar que extrañas esas tardes y noches con alguien que si sabe lo que te gusta.
Cierro los ojos con calma y solo puedo verla a ella, mi Cady.
—Lo repetiré por única vez. Contigo fue solo sexo, con ella es pasión y… magia.
Freya se ríe a carcajadas y de nuevo se avienta a mi cuello.
—Hasta tus respuestas son sosas. Qué lástima, eras un buen amante, qué desperdicio. Esa Omega te ha ablandado.
Luego Freya me toma por el cuello y lo besa.
—Ni siquiera se han marcado. Un matrimonio sin marca en el cuello es como si nunca hubiera pasado. ¿Ves que solo son un juego? Nada puede ser real en esa relación de humo y espejismos.
—No la he marcado porque quiero que ese momento sea especial.
—Si tú lo dices.
Su silencio dice más que mil palabras, puedo ver en su sonrisa maliciosa como un “Sigue mintiéndote, Alfa”
‘Te dije que era pésima idea enredarte con esa loca’
Pensé que habías dicho que no me hablarás más.
‘Tenía que hacerlo, esa tipa me da mala espina’
—No lo olvides, Ery. Los lobos malos nunca se quedan con la chica buena en el cuento.
Su voz me sigue como un canto juguetón, sin mirar atrás cierro la puerta. Al menos he superado la misión. Aunque me da asco saber a qué costo.
***
¿Así que Cady es una chica buena? Para ser buena ha causado muchos problemas y su temperamento no me parece el de una mujer obediente.
Al principio la creí promiscua y una coqueta. Luego entendí que su corazón es leal y puede querer a la misma persona incluso en sueños.
A ese hombre llamado Eren Eardwulf.
¡DING, DING, DING!
No fastidies, Dios de la discordia.
<<¡Misión especial: Consigue un fellatio, el huésped debe darte un final feliz!>>
¿Qué es eso?
<<Fellatio: Sexo oral. Deberá introducirlo en su boca y debes terminar dentro>>
¡¡¿Una m*m4d4?!!
<<Recompensa por completar la misión~>>
¿Cómo voy a pedirle eso? ¡La última vez vomitó en el pasto y dijo que sabía horrible…! Si, quisiera que se repita, pero eso es imposible. Además, tengo el veneno de acónito todavía.
<<¿Cuál veneno? Este se erradicó completamente en el momento en que se deshicieron del intruso>>
— ¡¿Qué?!
<<El intruso era el veneno>>
¡¿Por qué no dijiste nada?! ¡Todo este tiempo me he abstenido de dar besos metiendo mi lengua hasta la tráquea de Cady por temor a…!
<<Ya te lo dije, Alfa. Tu vida me pertenece con el propósito de entretenerme>>
¿Tienes algún fetiche y llamas entretenimiento observarnos tener sexo?
<<Oh, claro que no. Mi entretenimiento principal es ver la desesperación y el caos…>>
Tenía razón Cady. Ese Dios es un Schadenfreude.
<<¿Quieres saber la penalización?>>
No es una pregunta, estoy seguro.
<<Ya me estás conociendo mejor. Tienes 72 horas, el castigo es…>>
—Llévate mi recuerdo entonces. Cady no querrá hacerlo de todos modos y estamos todavía peleados.
<< ¡El día de tu cumpleaños!>>
Detengo mis pasos en seco y miro con horror las palabras escritas en el aire. La penalización es perder el recuerdo de uno de los mejores días de mi vida.
¡Saludos a todos! Es miércoles de actualización y el cuerpo lo sabe. Esta vez la perspectiva de Ery revela algo que ya se estaba indagado desde los sueños en que tomaba el cuerpo de Eardwulf en el primer acto.