Capítulo 81- Ery Avery en Escena Parte 17-2

Nuevamente me he colado por la ventana para verla. Esta noche pretendía sorprenderla y acostarme a su lado un momento, si despertaba antes aprovecharía para atacarla y quien sabe tal vez lograr superar esa misión.

Pero todo ha cambiado con solo esas palabras.

—Señor Eardwulf.

Mis manos se detienen al tocar su cabello y nuevamente la veo llorar por ese ser que tiene mi rostro y que me dijo claramente que lo que hay entre los dos es muy especial.

—Ya basta... Señor Eardwulf eres... Tan cruel...

—Cady...

—Me duele... Deja de hacerme esto.

¿Qué te hizo?

”No te considero mi rival" fueron las palabras de ese desgraciado cuando convivimos forzosamente en ese sueño.

—Ya basta... Por favor...

Lo que sea que esté soñando debe ser muy doloroso pues sus lágrimas no paran de salir.

—Detente... Por favor...

¿Qué le hace en sueños ese fanfarrón?

—No... No quiero escuchar más... Para... Me duele... Ya basta...

¡Cady!

Ella llora y dice no querer escuchar algo, verla así es insoportable. Incluso si peleamos quisiera poder abrazarla y liberarla de esa pesadilla.

—Duele... Eres... Cruel.

¿Cruel? ¿Él?

No es lo que vi en esa pesadilla de matalobos.

—No quiero escucharlo... Por favor... Duele...

Limpio sus lágrimas pensando seriamente si debería despertarla. Abrazarla y decirle que todo está bien, estoy aquí...

—Te quiero.

Por un momento siento como si olvidara respirar.

— ¿Por qué no me quieres? Yo... Te quiero.

Eres cruel, Cady.

Incluso si solo es en sueños, no quiero oír como lo llamas, me molesta que incluso tus lágrimas sean para él, yo tampoco quiero escuchar como cada día pierdo ante ese hombre.

Llevo mi mano a mi corazón sintiendo mi respiración agitada, un gran dolor en mi pecho me invade. Antes de reaccionar de maneras que me arrepienta después, me levanto de inmediato y nuevamente salto por la ventana. Shawn sigue sin querer prestarme su poder así que la caída me duele demasiado pero no como este ardor que me sofoca hasta el pecho.

¿Qué me pasa?

Me dije a mi mismo que puedo aceptar esa sombra entre nosotros. Que no debe afectarme lo que ella sueñe pero es  imposible... ¡No quiero escucharle decir que lo quiere!

Nuevamente me encierro en mi oficina buscando llenarme de trabajo hasta poder olvidar sus palabras.

"Señor Eardwulf"

"Te quiero"

Shawn quien se ha negado a presentarse se acerca a mí y me envuelve como un manto invisible.

¿Qué me pasa Shawn?

'Si lo preguntas es porque aún no estás preparado para esa respuesta, Ery'

Creo saber la respuesta. Ella ha dicho que le agrado... Pero nunca me ha dicho "te quiero" como a él.

¿Por qué me afecta tanto una palabra? De eso no tengo respuesta, solo sé que es insoportable.

"Cuando te canses de jugar con esa niña..."

No, Freya. Yo no estoy jugando, ella no es ningún juego ni capricho temporal.

Por el contrario, creo que quien es un juego temporal soy yo pues pareciera que solo lleno el espacio de alguien más.

Debería molestarme por eso pero no puedo hacerlo porque sé que ella no lo hace a propósito, ni siquiera está consciente de lo que es ese hombre para ella ni lo mucho que él...

—Maldición. Qué situación más jod...

La puerta se abre interrumpiendo mis pensamientos Milo entrando sin permiso cargando con unos mapas y una jarra llena de café.

—Oh, Alfa. No pensé que estaría despierto tan tarde. Creí que ya había hecho las paces con su Luna.

—Dime, Milo ¿Por qué son tan complicadas las hembras?

— ¿Problemas con tu Luna (otra vez)?

— ¿Cuando no? De hecho si no tuviera problemas ya sería extraño—contesto con una media sonrisa recordando lo mucho que ha volteado mi vida esa hembra tan extraña.

— ¿Por qué pelearon (esta vez)? Creí que querías hacer las paces.    

—Ella no sabe que estoy así... —Golpeo mi cabeza contra el escritorio.

— ¿Entonces cuál es el drama? —Milo me sirve el café en una taza que deja justo al lado mío

—Ya sabes, ella tiene otro macho.

Milo suspira y se lleva la mano a la barbilla.

—En todo el tiempo que lleva aquí no la he visto con ningún otro macho ni mencionar a alguien que no seas tú, mi Alfa.

—Es algo complicado, Milo. Tampoco es que ella sepa que lo hace.

— ¿Me estás diciendo que solo tienes sospechas y con eso te basta para dudar de ella?

—No se trata de sospechas. Lo vi, en mi sueño.

—No creo entender nada ¿Cómo puedes asumir como realidad un mero sueño?

—Porque no fue solo un sueño, fue real— en cuanto volteo a ver a Milo, me mira como si lo que dijera no tiene sentido.

Suspiro de nuevo y tomo otro sorbo de mi café. Últimamente ni siquiera el café me hace sentir mejor cuando se trata de pensar en aquel tema incómodo y molesto.

—Ella no es Candace.

Milo me mira extrañado.

— ¿No lo es? Pero si es idéntica, entonces la verdadera...

—Es Candace también.

—Ya no entiendo nada.

—Es su cuerpo, pero no su alma, Milo.

Se hace un gran silencio y luego de un rato finalmente se escucha un gran "¡¿QUÉ?!" largo y tendido.

— ¡¿Cómo que su alma?!

Nuevamente respiro hondo. Es la primera vez que le cuento a alguien todo esto.

—Se llama Cadence Beckham, ella murió un día y su alma fue llevada al cuerpo de Candace.

Nuevamente se escucha un largo y tendido "¡¿QUÉ?!" Seguido de una sacudida de hombros como si fuera terremoto.

— ¡¿Desde cuándo?!

— ¿No vas a llamarme loco por decir eso?

— ¿Por qué habría de creerlo una locura? Si ya lo vi con mis propios ojos, algo extraño flotando en el aire y sonidos como campanas que te persiguen hasta en la oficina.

—Y aun así no cuestionas nada.

—Soy un Beta, es mí deber estar para mí Alfa y esperar a que este me diga si requiere de mi intervención.

Está vez la habitación se llena con mi risa.

—Por eso te elegí como mi aliado en esta odisea, Mi querido amigo Milo.

Hago una pausa y me levanto del asiento para darle una buena palmada en la espalda.

—Creo que ya es momento de que sepas absolutamente todo.

**** 

Le conté todo, no me omití nada. Incluso mis pensamientos obscenos y lo que siento cada vez que tenemos intimidad, Milo me pidió omitir esos detalles pero seguí de igual manera hasta terminar de decir todo cuanto ha sucedido desde que llegó hasta hoy.

—...Entonces, se llama Cadence y es una humana. Tiene ojos amarillos como ámbar y miel, te pones duro la mayoría del tiempo y sospechas— lo interrumpo diciendo que no sospecho, es la realidad— digo, aseguras porque es un hecho que así como viene de otra parte tuvo otra pareja y...

—No son pareja.

Nuevamente se detiene y me arquea la ceja como si no entendiera nada más.

— ¿No son pareja pero le tienes celos y crees que quieren estar juntos?

Diosa, si no fuera tan complicado todo no sonaría como si lo estuviera inventando en mi cabeza una infidelidad.

—No son pareja —Digo completamente seguro— Pero lo suyo es recíproco.

Milo se sirve café en una taza que sacó de la vitrina y echa un terrón de azúcar mientras remueve con la cuchara atento como si fuera una de esas Omega que se la pasan contando chismes en la cocina de la manada.

—Se llama Eardwulf... Creo que ese es su nombre, Eren Eardwulf, no lo sé es lo que he logrado deducir entre sueños. En mis sueños estoy en su cuerpo pero Cadence muere a diferentes edades parecen situaciones parecidas pero son distintas.

—Vidas paralelas. —Interrumpe Milo.

Entonces quien abre los ojos como platos y se queda sorprendido soy yo.

—Lo escuché una vez, no creí que fuera posible pero hay una profecía, Ery. Tiene que ver con tu lobo de fuego y ahora cobra más sentido al saber esto.

— ¿Qué profecía?

—En realidad es una leyenda. Una muy antigua que se encontraba entre los registros de Sor Orentia Stumble

S.O.S

Tal como ese mensaje que dejó Cady cuando sucedió ese desagradable incidente.

—El lobo de fuego que ha renacido y jamás vive más de 24 años. Una vez este lobo de fuego muere, su pareja destruye el mundo y este vuelve a renacer.

Milo se lleva la mano a la barbilla y recordando algo importante que pensaba hacer antes de encontrarme en la oficina me muestra los mapas que llevaba en las manos al entrar.

—Sin embargo había algo extraño en los registros, aunque faltaba páginas menciona que, cuando vuelve a nacer, el mundo que se destruye completamente nunca queda igual.

Cada mapa aunque se parece tiene variables en sus nombres y algunas formas.

—Distintas épocas, distintos tiempos, distintas costumbres...

¿Entonces estos mapas son de las veces que se ha reiniciado todo?

—Pero es solo una leyenda. No dice nada de que un alma tome el cuerpo de una criatura como esa. Los lobos de fuego son escasos. Aunque su poder es destructivo también puede reconstruir. Se dice que su fuego no solo consume a su alrededor lo físico sino lo que no es tangible. Además habla de un lobo no una humana. 

¿Por qué nunca me dijo esa información ese tonto?

—Si ella murió en este mundo entonces ese macho va a destruir de nuevo todo, Ery.

—No es en este mundo. Milo, ya te dije que no está en Silivia ni en ningún otro reino que tengamos conocimiento.

—Así que es otro mundo completamente.

—Así es.

—Pero si ella muere en todos ellos, es porque no están destinados a estar juntos por más que fuerce las cosas ese Eardwulf.

Me mira con una sonrisa cómplice.

— ¿No has pensado en quitársela?

'Ery, no.'

— ¿Crees que no lo he pensado? Cada vez que meto mis dedos por su---

—Por favor, omitiendo detalles sucios tuyos. —Dice Milo pellizcando entre sus ojos y el puente de la nariz.

—He pensado que si pruebo ser mejor en todo podría sacarlo de su mente y entrar en ella, no solo con mí--

Milo tose y me interrumpe.

—Que no solo por medio del cuerpo puedo entrar en ella sino emocionalmente. Ella gime y me llama por mi nombre, creo que al fin es mía, su voz es tan excitante que---

Milo vuelve a toser.

—Entonces cuando termina y mientras duerme... Ella dice su nombre en sueños.

Milo sorbe su café sin dejar de verme con sorpresa.

—Es muy complicado esto. —Dice finalmente sin poder decir más.

—Cada vez que lo llama por su nombre siento como si me clavaran una daga de plata en el pecho. Luego comenzó a llamarme su mejor amigo y la sensación empeoró.

—Alfa Ery... Tú.

—Así es, Milo. La quiero más de lo que creí que podría querer a alguien, es la única que no puede ser completamente mía y a la cual solo puedo tener a la mitad.

—Diosa... Eso es terrible.

—Ni siquiera sé si llamarlo "Querer" es suficiente. Es todo lo que deseo obtener ahora y nunca podré tenerla, incluso si decidiera quedarse aquí, solo es una parte y su mente siempre estará a la mitad en ese otro mundo del que viene.

—Pues si alguien apuesto como tú no le hace olvidar a ese otro macho debe ser un adonis.

—Ni que lo digas.

Milo sorbe de nuevo su café sin saber que más decir hasta que suelto la única información que aún me faltaba decirle.

—Eardwulf tiene mi rostro. Su mejor amigo se llama Liam Roberts y es igual a ti, todos y cada uno de nosotros somos iguales a ellos porque fuimos basados en ellos.

¡CRASH!

La taza cae al suelo y Milo me mira con horror.

—Ery eso que dices es--

—Lo sé, suena imposible, Pero es la verdad.

—Aunque pareciera que aún estás bajo efectos del acónito creo que todo lo que dices tiene sentido y es real.

Levanta los fragmentos rotos y aunque aparenta serenidad estoy seguro que esto le hace mucho ruido en la cabeza.

— ¿Entonces que planeas hacer, Ery? Tu pareja verdadera es Candace y Cadence es un intru---

— ¡No te atrevas a llamarla así! —Digo con un tono grave en mi voz.

—Perdona, Ery. No me refiero en sentido despectivo, es solo que tarde o temprano deberá todo volver a su cauce.

—Lo sé... Y temo tanto que ese maldito día llegue.

Milo por primera vez no tiene ni siquiera una broma de mal gusto que soltar para romper la tensión.

—Ni siquiera sé si podré soportar cuando todo esto termine. No cuando me he acostumbrado a sentirla tan cerca de mí y amanecer a su lado.

—Pero tendrás a tu verdadera pareja, Candace te ayudará a olvidar poco a poco.

—No quiero a Candace, Milo. La quiero a ella.

Nuevamente el silencio reina mientras Milo toma otra taza de mi vitrina y vierte el contenido del café restante. Agrega un terrón de azúcar en silencio, luego añade otros dos mientras piensa en silencio. Como si hablara con su propio lobo se mantiene pensativo llevando la taza hasta su boca y luego escupe.

Creo que también se ha dado cuenta de que se ha pasado de la cuenta pues hace un gesto de asco y aleja la taza. Luego tose de nuevo y finalmente me da su consejo como solo mi Beta podría.

—Entonces da todo de ti, Alfa, intenta y haz todo cuanto desees y puedas. No te quedes con ningún remordimiento y si no funciona entonces acepta con honor que terminó. Deberías estar orgulloso por haber librado esa batalla hasta el final.

—La quiero, Milo. —Insisto mirándole a los ojos.

—Incluso un Alfa debe saber cuándo algo que no se puede obtener. Intenta hasta que te sientas satisfecho. Es lo único que puedes hacer.

—Si tú estuvieras en mi lugar ¿qué harías?

—Si la felicidad de mi pareja está en otro lugar, entonces la dejaré ir. Pero, si su corazón también está dividido en dos lugares, daría todo cuanto pueda para que esa balanza se incline hacia mí.

—Por eso eres mi mano derecha.

— ¿Quieres que te haga ver más maravilloso que un Dios para que te elija?

—Bah, sabrá que estás exagerando porque aparte de que no tienes gusto para hacer postres, también eres pésimo actuando. —Digo con una media sonrisa burlona.

—Me partes el corazón, mi Alfa. — dice fingiendo de manera exagerada que le he clavado un puñal al corazón.

No puedo evitar reírme un poco, es muy rara la ocasión en que podemos charlar de una manera relajada y sincera.

— ¿Entonces te sientes mejor? —Dejo de reír pero mantengo una sonrisa con nostalgia.

— ¿Recuerdas el acónito alucinógeno? —Milo asiente— Ni ese veneno se compara a lo mucho que me pesa todo eso.

Milo sonríe de una manera leve y me da un golpecito en el hombro.

—Quien sabe, tal vez y la balanza si se incline a tu favor al final. Después de todo ella también te quiere.

¿Cómo está seguro de eso?

—Dudo mucho que eso sea cierto, me cree un petulante presuntuoso y m4m0n, por cierto averigua que significa eso.

Milo se ríe de manera sincera y me muestra su sonrisa de casanova.

—Seré mal actor pero soy el mejor cuando se trata de hablar con el corazón. Y puedo ver ese vínculo entre los dos.

Ojalá fuera cierto.

—Si así lo desean, ambos encontrarán el mejor camino.

Una vez me deja en mi oficina vuelve la soledad y la incertidumbre.

Aun así me siento poquito más liviano.

’Es porque al fin has dicho todo lo que llevas acumulando dentro de ti desde hace meses'

Aun así seguimos peleando y nuestras diferencias nos hacen estallar sin control. No solo tengo una misión imposible, soy un lobo y ella una humana que apenas puede comprender lo que nos hace una manada fuerte.

Maika Maese

¡Por fin lo sabe Milo! La razón de los actos extraños de su Alfa y mejor amigo todo apuntas hacia un solo lado, como Beta ha hecho su tarea de encontrar más información sobre los poderes de su Luna buscando apoyar a su Alfa. El capítulo fue un poco largo así que se divide en tres partes. Si lo dejo en más de 7000 palabras como va, serán capítulos demasiado largos.

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