Al ver que Valeria escribía en la aplicación de notas de su celular, el tatuador comprendió que ella no podía hablar. Se quedó un momento pensativo y luego sugirió: —Todo depende del tamaño y el diseño del tatuaje anterior. Si no es muy grande, se puede cubrir con uno nuevo en el mismo sitio.
Valeria asintió y miró a Mauricio. Escribió en su teléfono: [¿Te quitas la camisa o te ayudo?]
Mauricio recordó un episodio similar en el hotel con Valeria y una leve sonrisa irónica cruzó su rostro.
Sin decir palabra, se quitó la camiseta.
El tatuador, al observar el torso tonificado y bien definido de Mauricio, expresó su admiración: —Oye, ¿tu novio es modelo o algo así? ¡Vaya cuerpo! Yo voy al gimnasio y ni así logro algo así.
Valeria, un tanto celosa, escribió rápidamente en su celular: [Vine para que borres su tatuaje, no para que admires su físico.].
Señaló con su dedo el tatuaje que adornaba el pecho de Mauricio: una flor de campanilla de un tono púrpura.
El tatuador exclamó: —¡Oh, es un di