11. Amarte me está matando
Lena está en la cama.
Yo estoy en el suelo.
Entre nosotros, solo hay aire denso y el eco de palabras que ninguno se atreve a decir.
No durmió. Lo sé porque yo tampoco lo hice.
Y porque cada vez que abría los ojos en la oscuridad, podía sentir su mirada sobre mí.
Como si me estuviera observando.
Como si estuviera buscando algo.
Algo que no sé si sigue en mí.
O si ya lo perdí.
Cuando el amanecer golpea las cortinas, ella se levanta sin mirarme y entra al baño.
El sonido del agua llena la habitación.
Me cubro el rostro con las manos.
Dios, esto nos está destrozando.
Y lo peor es que no puedo hacer nada.
Porque cada vez que intento acercarme, ella da un paso atrás.
Y yo no sé cómo detener este abismo entre nosotros.
No sé cómo volver a ella.
No sé si aún estoy a tiempo.
Lena
El agua caliente no me calma.
No me limpia.
No me borra el nudo en el pecho.
Anoche me di cuenta de algo.
Algo que nunca quise ver.
Elías no me pertenece.
Yo no le pertenezco.