81. ES MIO
Alessio Bennet no sabía que hacer ante lo que estaban viendo sus ojos. Le había escrito cientos y cientos de cartas a su esposa, pero su esposa se encontraba en un parque con otro hombre abrazándola.
Alessio pasó por casualidad y se encontró con aquella escena. Los celos subieron por su espalda, para concentrarse en su nuca, sus manos se hicieron puños.
«¿Quién es aquel hombre? ¿Por qué abraza a mi esposa? ¿Esa es una carriola?»
El ceño de Alessio se frunció ante la situación. Quería bajarse y llevarse a su mujer al lugar donde nunca debió irse, pero antes, la seguiría para ver donde está viviendo.
Helena y Carl no se dieron cuenta que el auto de Alessio los estaba siguiendo, pues el camino era corto hasta la gran mansión de Antoni.
— Debes relajarte, yo sé muy bien hacer eso —murmuró Carl cuando las grandes puertas se abrieron.
— ¿Cómo lo haces? —preguntó Helena sin entender las indirectas de Carl.
Carl rió, jamás había conocido a una mujer con eso cuerpo, que fue