103. LA HUMILLACIÓN DE ALESSIO. ¿RECONQUISTA?
El motor del auto de Alessio rugía con un tono grave y constante. El sol de la tarde se filtraba por el parabrisas, calentando el tablero su auto deportivo mientras él se dirigía al departamento de Verónica.
No era un viaje que disfrutara. Cada kilómetro recorrido aumentaba la presión en su pecho, una mezcla de culpa y una rabia ardiente que apenas podía contener.
Se imaginaba la cara de Helena. Sabía que ella se sorprendería al verlo.«¿Cómo me atrevo a aparecer después de lo que pasó?», se preguntó.
Pero la necesidad de ver a su hijo, el pequeño Mikkel, era un imán que lo arrastraba. No podía seguir separado de su propia sangre.
Además, había algo más, un veneno que le corroía el alma. La revista.
La maldita revista con Helena en la portada.
Recordó el brillo en el papel cuché, la sonrisa profesional y fría que ella había puesto. Y las otras fotos, las que había visto en la internet, después de salir de la casa de su padre.
Helena con lencería. Ropa pequeña, sugerente,