Reiden siguió a Derek.

—Por favor, Derek, espera.

Derek se detuvo y lo esperó; luego, ambos continuaron a paso lento.

—Lo siento —se excusó Reiden.

—No es tu culpa— musito sin mirarlo.

—No, pero Selene se pasó de la raya.

—Así es… —respondió en un suspiro.

—Pero, en parte, la comprendo.

Derek paró en seco y lo miró directamente.

—Lo que ella acaba de hacer es traición. Pude matarla, y lo sabes. Ningún alfa toleraría lo que le hizo a Scarlet… se burló de ella.

—Pero ella es… bueno… No puedo disculparla, pero nuestra crianza…

—Tú no eres exasperante como ella.

—No contigo —se excusó Reiden—. Mira, Derek, más que mi supremo y mi familia, eres mi amigo. Para mí tratarte con respeto es natural, además de lo que se espera de mí. Y sabes de sobra que la crianza de mi hermana y mía se rige por el honor que nos da servir al supremo.

—Y ella lo es precisamente. Una servidora, una herramienta. Yo no falté a mi promesa. En cambio, ella me desafió.

—Eso lo entiendo. Pero una cosa era apartarse por