Scarlet se encogió de hombros.
—Seguro el CEO se lo dio a Derek… y él me lo trajo.
Zhana soltó una risa pícara, pensando: «Qué ingenua eres, amiga… te está cortejando a nivel VIP y tú creyendo que es pura amabilidad»
Scarlet, aún con la voz cargada de frustración, le contó el nuevo drama con su madre.
Zhana negó con la cabeza y soltó un suspiro largo.
—Amiga, ya sabes cómo es tu madre. Ella no va a parar. Tiene una maestría en manipulación emocional. Yo que tú… me caso con Derek. Está guapísimo y, por como te mira, parece que se traga hasta tus errores con amor y sin sal.
Scarlet rodó los ojos, cruzando los brazos.
—¡No me casaré! Mi madre solo está mortificándome otra vez. Es capaz de estar confabulada con Leo, ese imbécil. Ya no sabe qué hacer para mantenerme como su marioneta de laboratorio. Es despreciable…
Al llegar la hora del almuerzo, Scarlet y Zhana fueron al comedor.
Escogieron su comida del bufé y se sentaron, como siempre, cerca de la ventana. Tranquilas, hasta que…
—¡Cari