MATÍAS PRESTON. Tras seis años de separación, un día recibe la notificación de divorcio de su mujer. Él no es reacio al divorcio, después de todo. ¿Qué pareja puede vivir separada durante seis años y seguir sintiendo amor por el otro? Sin duda hay que poner fin a esta relación no resuelta entre ellos. Cuando vuelve a ella, no puede evitar que su corazón y su razón lo traicionen y termina haciéndole una propuesta alocada. ANASTASIA LOWELL Cuando su marido vuelve de Italia y le pide que finja ser feliz con él durante un mes. No parece importarle, empieza a secuestrar su tiempo, apoderándose de su vida e invadiendo su corazón por la fuerza. Cuando la fecha límite se acerca, su marido le pide algo que ni en un millón de años hubiera imaginado que le pediría. Un hijo. Un heredero. Ese es el precio a pagar por su libertad.
Leer másAl mismo tiempo, Matías y su padre también charlaron en la sala de estar.—¿Qué están haciendo tú y Anastasia? —El padre bebió dos copas de coñac, se sonrojó por el ardor del licor, pregunto en voz alta.—¿Qué hacemos de qué? — Matías miró hacia la cocina, temeroso de que la fuerte voz de su padre atrajera la atención de las dos mujeres en la cocina.—¡No finjas ser estúpido! — exclamo el padre — Dime, ¿quieres volver a estar con ella?—Papá, ¿lo olvidaste? ¡Todavía no hemos comenzado los trámites de divorcio!—¿Entonces? Lo vas a hacer, ¿vas a conquistarla?—¿Cuándo dije eso?—¿No? ¿Entonces, por qué volvieron juntos?—Volvimos juntos, porque lo ordenaste. ¿No lo recuerdas?—¿Cuándo diré algo y me escucharás? ¿Quieres que cuente las veces que te has rebelado contra tu padre?El padre se molestó por la indiferencia de su hijo, y su voz se hizo cada vez más fuerte.Matías extendió la mano apresuradamente y cubrió la boca de su padre.—Papá, ¿puedes bajar la voz? Está bien, sé que soy re
El padre de Matías colgó abruptamente, dejando a su hijo tontamente aferrado al micrófono, sin saber qué decir. Anastasia notó que se veía mal y preguntó en voz alta. —¿Era tu padre? ¿Qué dijo? Él suspiró. —Quiere vaya a casa y que tú vayas conmigo. —Está bien. —¿Qué? —Estoy libre estos dos días, y también quiero verlos. —¿Quieres ir conmigo? — Él no podía creerlo. Ella frunció el ceño ante su pregunta — Espera, iré, pero no porque me agrade ir contigo, son mis suegros después de todo, me han tratado bien todos estos años, es lógico que quiera ir a verlos. —Entiendo —respondió, sintiendo una leve sensación de pérdida. ¿Qué estaba pensando? ¿Qué ella de la noche a la mañana se enamoraría de él? —Voy a preparar el desayuno, ¿qué quieres comer? Ignorando su reacción melancólica, Anastasia se desvió hacia la cocina, preparo la cafetera y sirvió dos tazas de café fuerte. Él miró a su delicada esposa, y de repente sintió que le debía mucho, en los últimos seis años, se había ido
El ácido abrasador de repente corrió hacia su garganta, y se inclinó, tosiendo, vomito.Está borracho, tan borracho que hace locuras por una mujer que no lo tiene en su corazón, lastima a alguien, a quien no debería lastimar …¿Qué derecho tiene para frustrar su felicidad?―¿Estás bien? Toma.Cuando lo vio vomitar, se acercó y le dio varias toallitas faciales.Él no podía creerlo y la miró en estado de shock.Ella miró su rostro avergonzado, suspiró en silencio y tomó la iniciativa de tomar una toalla facial y limpiar las comisuras de su golpeada boca.― ¿Sabes lo mal que te ves ahora?¿Se ve mal? ¿Está preocupada por él? Después de que él ha perturbado gravemente su vida, ¿ella todavía está dispuesta a cuidar de él?Las esperanzas en el corazón de Matías revolotearon y la miró tímidamente, como un tonto que había perdido su voluntad. Ella miró sus ojos brumosos, profundamente, como si pudiera ver sus pensamientos a través de ellos, finalmente dio un suspiro significativo.―Estás borra
― ¡¿Qué demonios está pasando?! En la puerta trasera del restaurante, en el callejón oscuro y silencioso, Iván confronto enojado a Anastasia, ella frunció las cejas, parada debajo de la farola, y aceptó en silencio su reprimenda. ―¡Habla! ¿Qué está pasando? Ese hombre no es tu hermano, ¿verdad? ¡¿Resulta que has cancelado mi cita tres veces, solo para estar con él?! ― ¡No! No es lo que piensas. Lo acompañé en algunas ocasiones, pero las cosas… No son lo que crees. ― ¿No? ¿Y, cómo son? A ver ilumíname. ― Iván por primera vez estaba siendo agresivo, camino hacia ella y la miro directamente ―¿Te atreves a negar lo que acabo de ver? ¡Lo vi besarte, y no te negaste! ¡Maldita sea! ―Lo abofeteé… ―Sí, pero lo disfrutaste primero y luego lo golpeaste, ¿supones que eso encubrirá el hecho de que le permitiste besarte? ― ¡El beso fue un maldito juego! Luego lo golpee cuando la naturaleza del beso cambio. ― Pudiste negarte. ¿Por qué no lo rechazaste? ― dijo finalmente Iván. ¿Por qué no lo
La hermosa mujer tenía una cita esta noche, y él estaba en un estado de confusión.Después de discutir con ella, se fue a la oficina que estaba programada para abrir en un mes, con una superficie de 100 metros cuadrados, era amplia, lujosa y elegante. Los trabajadores aún estaban remodelando. Estaba ubicada en el distrito Lake, en un gran edificio, llenos de muchos espejos.De hecho, él no necesita hacerse cargo de esta sucursal. Cuando regreso a New York, la oficina principal lo envió solamente para supervisar el trabajo. De hecho, estaba oficialmente de vacaciones. Y solo era responsable de entrevistar a los nuevos empleados y ocasionalmente entretener a los nuevos clientes, su tiempo es básicamente de uso gratuito.Dijo que la junta directiva también considero a otro candidato, él también mintió. Antes de regresar a New York, ya había recibido la carta de nombramiento y se convirtió oficialmente en el gerente general de la nueva sucursal.El retraso de un mes era solo una excusa de
Martín se disgustó al instante, su pecho estallo en llamas y se acercó sin ser cortes.Anastasia lo vislumbro y vio su actitud agresiva, no pudo evitar sorprenderse, temerosa de que él dijera algo inesperado, por lo que rápidamente levanto la voz.―Oh… hermano, estás aquí.¿Hermano?Al escuchar este título, Martín quedo atónito, congelado en su lugar, Iván giro la cabeza con curiosidad y lo miro.― ¿Este es tu hermano?¡Maldita sea! ¿Cuándo se convirtió en su hermano?Martín apretó los dientes, sus cejas estaban ferozmente enredadas y sus ojos miraron a Anastasia con agudeza.Ella parpadeó, fingiendo no ver su enojo, deliberadamente le dio una sonrisa cálida y estiro su mano para tomar su brazo ― Iván, déjame presentarte, este es Martín, Martín este es Iván.¿Tiene tanto miedo de confesar que está casada frente a su pretendiente? ¿Es acaso un delito?―Un gusto, Martín ― Iván tomo la iniciativa de acercarse a él.Tomo la mano, la estrecho superficialmente y alzo levemente las comisuras
Último capítulo