14. La Victoria Maldita
Camila
Ubicación: Sala principal del Tribunal de Distrito.
No hay amor más sincero que el amor de una madre. Cuando cerré los ojos, esa cara apareció en mi mente: la figura que había sido mi fuerza en todas las dificultades. Una lágrima cayó y no pude contenerla. Respiré hondo, abrí los ojos y miré la sala, que comenzaba a llenarse de miradas curiosas. La persona que amo ya no es una sombra del pasado. Es el futuro por el que debo luchar: Mateo.
Me armé de valor. Aunque tenía todas las pruebas, mi corazón seguía latiendo con fuerza, como si temiera traicionar el coraje que me estaba obligando a reunir.
Se abrió la puerta de la sala. Carlos llegó con su nuevo abogado, un anciano con un traje caro y una expresión engreída. Ambos parecían seguros de sí mismos, como si se tratara de un drama de divorcio rutinario que se pudiera resolver con dinero. Carlos me dedicó una sonrisa cínica, la misma sonrisa que solía usar para menospreciarme.
—¿Un abogado en bancarrota? ¿No tenías otra opción, M