Inicio / Romance / Amor interior / Capítulo 29 – La Hora de la Venganza
Capítulo 29 – La Hora de la Venganza

Maxime

Ella me lanza una mirada sorprendente.

— ¿En tu casa?

Asiento con la cabeza.

— No puedes volver a casa, Léa. Es el primer lugar donde te buscarán.

Ella duda. Veo en sus ojos que quiere protestar, pero sabe que tengo razón.

Entonces, se queda callada y sube al coche.

---

Léa – Una Noche de Duda

Miro por la ventana del vehículo, las luces de la ciudad desfilando ante mis ojos cansados.

Mi cuerpo está adolorido, mi mente en ebullición.

Moretti quería capturarme.

¿Por qué?

No soy una amenaza para él.

A menos que…

Echó un vistazo a Maxime.

Su mandíbula está tensa, sus manos apretadas sobre el volante.

Él es a quien quería alcanzar.

Lo sé.

Moretti ha entendido que soy su debilidad.

Un escalofrío me recorre.

¿Soy un peso para él? ¿Un obstáculo para su venganza?

Inhalo profundamente.

— Maxime.

Él gira la cabeza hacia mí, una ceja levantada.

— Vas a matarlo, ¿verdad?

Su mirada se endurece.

— Sí.

Sin ninguna vacilación.

Me muerdo los labios.

No hay vuelta atrás.

---

El Refugio de Maxime

Llegamos frente a un edificio discreto, alejado del centro de la ciudad.

Adrien baja primero y observa los alrededores.

— Nada que reportar, dice antes de hacernos señas para entrar.

Maxime me guía hacia adentro, y descubro un loft espacioso, con una decoración minimalista.

Esperaba un escondite de criminales, con armas expuestas en las paredes, pero el lugar es sorprendentemente sobrio.

Maxime cierra la puerta detrás de mí y se apoya contra la pared.

— ¿Quieres ducharte?

Asiento, agotada.

— Sí… Gracias.

Él me señala el baño, y me encierro allí con un suspiro de alivio.

El agua caliente cae sobre mi piel, lavando el miedo y la suciedad de esta noche infernal.

Pero no puede lavar mi preocupación.

Cuando salgo, envuelta en una toalla, Maxime sigue allí, sentado en el sofá, con un cigarrillo entre los dedos.

— Mañana, todo cambiará, dice en voz baja.

Frunzo el ceño.

— ¿Qué quieres decir?

Aplasta su cigarrillo y se levanta, su mirada ardiente penetrando en la mía.

— Moretti golpeó primero. Ahora es mi turno.

---

El Comienzo del Plan

La aurora aún no ha aparecido y ya estamos en movimiento.

Adrien ha reunido a nuestros hombres más confiables.

Una veintena de siluetas silenciosas, todas armadas hasta los dientes.

El plan es simple.

Moretti cree que tiene el control.

Cree que estamos debilitados.

Pero esta noche, será él quien caerá.

— Atacamos rápido y fuerte, dice Maxime observando el mapa sobre la mesa. Su casino es su punto neurálgico. No se esperará que lo ataquemos de frente.

Adrien asiente.

— Ha reforzado la seguridad después del incendio del almacén. No será fácil.

Una sonrisa fría se dibuja en los labios de Maxime.

— Nunca lo ha sido.

Él gira la cabeza hacia mí.

— Tú, te quedas aquí.

Cruzo los brazos.

— Puedo defenderme, Maxime.

Su mirada se suaviza un instante, pero su tono sigue firme.

— No es la cuestión. Si Moretti te ha tomado una vez, intentará de nuevo.

Aprieto los dientes, pero sé que tiene razón.

Entonces, asiento.

Él se acerca y acaricia mi mejilla con la punta de los dedos.

— Cuando todo termine, regresaré.

Lo miro fijamente, con el corazón apretado.

— Regresa con vida.

Él esboza una sonrisa.

— Está planificado.

---

El Asalto – Sumergidos en el Infierno

La noche ha caído sobre la ciudad, pero en la sombra, la guerra se prepara.

Maxime y sus hombres se acercan sigilosamente al casino de Moretti.

Los guardias son numerosos, pero no saben lo que les espera.

Maxime levanta la mano.

Silencio.

Un latido del corazón.

Luego, un disparo rompe la noche.

El primer guardia se desploma.

Al instante siguiente, es el caos.

Las balas vuelan, los gritos resuenan, la sangre salpica el suelo de mármol del casino.

Maxime avanza, implacable, su Glock derribando a sus objetivos uno por uno.

Un guardia intenta atacarlo por detrás, pero Adrien lo elimina con un tiro preciso.

El grupo avanza hasta alcanzar la puerta de la oficina de Moretti.

Maxime la derriba de una patada.

Y allí, lo ve.

Moretti, sentado en su silla, un vaso de whisky en la mano.

— Eres más rápido de lo que esperaba, Maxime, dice con una sonrisa.

Maxime no responde. Levanta su arma.

— Cometiste un error, Moretti.

El jefe de la mafia ríe suavemente.

— ¿Y tú crees que ha terminado?

Con un gesto, abre un cajón y saca un control remoto.

— Apenas ha comenzado, susurra.

Un bip resuena.

Maxime comprende demasiado tarde.

Una explosión sacude el edificio.

El suelo tiembla.

El techo se derrumba en algunos lugares.

Moretti ha puesto trampas en su propio casino.

Pero no previó una cosa.

Maxime está dispuesto a morir por su venganza.

Y esta noche, no se detendrá ante nada.

Maxime

La detonación me lanza hacia atrás.

El aire está ardiente, saturado de polvo y cenizas.

Me levanto gruñendo, mis oídos zumbando por el impacto.

Alrededor de mí, reina el caos. Trozos de techo se desprenden, llamas lamen las paredes, y mis hombres intentan levantarse entre los escombros.

— ¡Maxime! grita Adrien acercándose, su rostro cubierto de hollín.

Levanto la cabeza.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP