PUNTO DE VISTA DE CATALINA
A la mañana siguiente, me desperté sintiéndome agotada. El peso de los últimos días aún pesaba sobre mí como una nube pesada.
Me acababa de sentar con mi café cuando mi teléfono vibró. Era un mensaje de Adrián.
«No te molestes en venir a la oficina hoy. Tómate tu tiempo para descansar. Deja atrás toda la negatividad antes del evento benéfico».
Me quedé mirando el mensaje durante unos segundos, sintiendo una oleada de alivio.
Me estaba dando el día libre, una oportunidad para respirar. No podía creer lo considerado que era.
Me sentía bien sabiendo que hoy no tenía que enfrentarme a la oficina. Después de todo lo que había pasado, lo necesitaba.
«Gracias», le respondí, sintiéndome agradecida.
Pero entonces mis pensamientos cambiaron. El evento benéfico.
Ni siquiera sabía qué ponerme. Tenía algunos vestidos en mi armario, pero ninguno me parecía adecuado para algo así.
No quería hacer el ridículo, presentándome mal vestida en un evento