El auto oscuro entró a la residencial justo cuando el celular de Owen anunció una llamada entrante, se dio cuenta de que Edneris se había quedado dormida, así que, ya estando en un sitio más seguro, respondió utilizando sus audífonos, era su hijo quien llamaba.
La conversación fue escueta, basada únicamente en la insistencia de Isaac por saber la verdad; quería que Owen le confesara si había estado con Edneris en el centro comercial ese mismo día, a punto estuvo de decirle que sí, harto del acoso, pero se contuvo. No era lo correcto, podría meterla en problemas con su familia, una familia que la señalaba incluso si un simple vaso se rompía en la cocina, Owen se mantuvo firme, negó todo, pero ante tanta insistencia terminó por colgar, cansado.