20- La Rendición del Deseo.
A media mañana, el penthouse se convirtió en una unidad de mando de seguridad. Dos analistas de la firma forense contratada por Ricardo Aranda llegaron discretamente. Su misión, rastrear la filtración de la información sensible sobre la liquidación de la hipoteca del Lote 6. Sarah y Gabriel supervisaron la operación en el despacho. Los analistas se concentraron en los dispositivos personales. El teléfono satelital, los teléfonos personales y, crucialmente, el iPad personal de Gabriel, que utilizaba para transacciones y alertas bancarias rápidas.
—Señor Morales, el movimiento de los 15 millones fue atípico, pero completamente limpio. El problema es la información sobre el gravamen en sí —explicó la jefa del equipo, una mujer de rostro serio llamada Elena—. Para que la señora Camila conociera su jugada, alguien debió saber dos cosas. Qué lotes estaban en riesgo y cuándo se liquidó la deuda.
—Valentina sabía de los lotes —dijo Sarah—. Pero el timing de la liquidación fue solo nuestro. Y