Elizabeth
Tener que enfrentar de nuevo otro rumbo, está vez significa olvidar. No fue el momento, ni el lugar indicado para nosotros. Si hubo una historia aquí, ya se acabó.
El sentimiento genuino de inseguridad, miedo, nervios de comenzar como el primer día que toque el suelo Francés es reconocible con cada minuto que avanza en el reloj.
—Rafael, puede ayudarnos con el equipaje, por favor.
Desde mi pequeño balcón que tengo que volver a soltar le pido por ayuda, las horas valen. La incomodidad fluye a través de mi pésimo carácter, ya no aguanto estar tanto tiempo en este lugar.
Estoy agobiada por lo que sea que vaya a suceder de ahora en adelante. Inhalo profundamente intentando calmar el tumulto de sensaciones que me golpean, el aire suave se acopla a mis recuerdos y lo que va a doler cuando ya tenga que despedirme.
—Graci...—no termino de agradecerle a Rafael por el pedido de antes, solo corro rápidamente al retrete y expulso todo lo del desayuno.
Ahora que memorizo, recientement