Monique miró la bolsa de papel que descansaba sobre su mesa. Dentro estaba la chaqueta de cuero que Jacob le había prestado cuando un accidente empapó su ropa. Ya la había lavado y tenía planeado devolverla, pero no había tenido la oportunidad.
También hacía tiempo que no veía a Jacob. No había regresado a su clínica veterinaria porque la cita de su Doberman estaba programada para la semana siguiente. Monique se había llevado la chaqueta pensando que podría entregársela a Joshua, quien luego se la devolvería a su hermano. Sin embargo, tampoco se había cruzado con Joshua, ya que él estaba ocupado con su trabajo y las responsabilidades de su oficina. Aun así, Joshua nunca olvidaba llamarla para preguntar cómo estaba; a veces incluso tenían videollamadas.
Se quedó pensativa mientras sostenía la chaqueta. Finalmente, se levantó de su silla y salió de su oficina.
—Marisa —llamó a su asistente en cuanto dio un paso afuera.
—¿Sí, señorita? —respondió Marisa, levantando la mirada al escuchar