Mundo ficciónIniciar sesiónMonique alzó la vista hacia la puerta al sentirla abrirse, y vio entrar a su esposo. También notó la sorpresa en su rostro al verla todavía despierta.
—¿Por qué sigues despierta? —le preguntó.
Antes de que pudiera responder, ella miró el reloj despertador sobre la mesa de noche. —Aún es temprano y no tengo mucho sueño —explicó. Apenas eran las diez de la noche, y no se sentía particularmente cansada. Mientras esperaba a que el sueño la alcanzara, había estado absorta leyendo un libro.
Monique dejó su libro sobre la mesa de noche y se levantó de la cama para acercarse a él. Tomó su abrigo que colgaba en la silla.
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