Hoy cumplo dos meses de embarazo. Todavía no se me nota, pero yo lo siento… en la piel, en el alma, en cada emoción que aparece sin permiso.
Tengo mi primera consulta importante: el chequeo donde revisan cómo va creciendo el bebé. La verdad es que necesito ir porque estos mareos y vomitos no cesán, aunque las semanas de reposo me cayeron de maravilla.... Sin embargo algo me falta....
Tomo el teléfono.
Necesito a Ethan. Aunque sea por videollamada, pero necesito su presencia.
—Amor… ¿puedes estar conmigo? —pregunto suave, conteniendo el temblor en mi voz.
Él contesta rápido, demasiado rápido.
—Mi cielo… estoy en la galeria a Punto de entrar a una reunión crucial. Te juro que quisiera, pero… Esto es sumamente importada... —y de pronto, su tono se vuelve frío, algo distante—. Hablamos después, ¿sí?
La llamada se corta. Cierro los ojos. Y Siento un nudo formarse en mi garganta. Ese pequeño pinchazo de tristeza que no debería doler tanto… pero duele.
Bajo la cabeza, llevo una mano a mi vi