Margot ha hecho daño tantas veces que dudo que esta sea la última jugada. Pero ahora no estoy solo. David, mamá… y esta mujer misteriosa. Todo se alinea, aunque no sé si es el principio de la victoria o de nuestra caída.
—¿Estás seguro de confiar en ella? —preguntó David, rompiendo el silencio.
—No —respondió Ethan sin apartar la vista de la mujer—. Pero tampoco tengo otra opción.
Elena lo observó con una mezcla de orgullo y temor. Aún no se acostumbraba a tenerlo de nuevo frente a ella, después de tantos años .
—Tu padre habría hecho lo mismo —murmuró ella.
Ethan respiró hondo. Las palabras pesaron. Su padre, su legado, la herencia que ahora también le pertenecía a Alice… y el secreto que pronto debía confesarle.
 Mientras tanto, Alice pensando. en la llamada que habia recibido de Margot, la cabaña de Ethan era cálida, pero su mente no hallaba descanso. Desde la ventana veía los árboles agitarse con el viento, y cada sonido le parecía una amenaza.
Apretó entre sus manos una pequeña n