~Humano, ya viste que no podemos morderla sin su consentimiento. Debes cambiar el método. Tal vez, siendo más amable con ella, aceptará ser nuestra luna ~, le aconsejó Atlas a Elijah cuando estaba a punto de decirle a Marlén que no le parecía de mucha ayuda en el hospital.
~Igualmente, ella no hará nada significativo. ¿Qué entiende una mujer tonta que se piensa humana de seres como nosotros? La dejaré que juegue a ser la heroína.
~Tonta o no, la necesitamos ~, le reiteró Atlas odiando la debilidad que percibía en ellos.
~Tienes razón, Atlas. Lamentablemente, necesito a esta mujer para evitar que mi especie desaparezca. Su magia debe ser mía~, le respondió Elijah a su lobo antes de voltear a ver a Marlén y decirle:
—Perfecto, vendrás con nosotros.
Marlén sonrió como una niña emocionada. —Le diré a Tara que cuide de tu madre y de mi hijo mientras no estoy. Ya que si Alaric descubre que una humana está a cargo de Mateo, no dudará en venir por él. Y te advierto, Marlén, debes evitar utili