Liam Jones.
—¿Por qué tanta prisa, Celso? —Él empezó a temblar a medida que me acercaba.
—Alfa, Liam. Yo solo..
La palidez de su rostro era una muestra clara de que ocultaba algo.
Me acerqué y a él se le cayó el celular de las manos.
—Beta Luis; lleva las maletas adentro, que Celso y yo tenemos que hablar —Dije, mientras recogía el teléfono del suelo.
Luis asintió en silencio y obedeció mi orden, Celso salió corriendo despavorido, pero yo lo alcancé y lo tomé del cuello.
—¿Por qué huyes cobarde?
—Alfa, solo le ví mal genio y me asusté, deme mi celular y mi equipaje, me iré de aquí.
Necesitaba despejar las dudas de una buena vez, la conducta de Celso no era normal.
Revisé su teléfono y todavía tenía los registros de sus llamadas a Ava.
—¿Con que tú eres el maldito espía? Yo se lo dije claro a Ava, te voy a colgar delante de toda la manada.
—Alfa, ¡Se lo ruego! Todo tiene una razón, déjeme explicarle.
—Guarda tus palabras para que te defiendas ante el consejo de guerra, lo que has hecho