210. El amanecer de nuevas posibilidades
Mientras los jóvenes lobos estaban en sus propios “aprietos” decidiendo que era mejor irse a dormir que afrontar otras realidades típicas de la adolescencia, en el "Refugio de las Tuberías", las dos parejas se quedaron dormidas en los brazos del otro después de horas de reencuentro íntimo que tanto necesitaban. Malcolm y Josephine se acurrucaron bajo las sábanas ásperas pero limpias de su rústica habitación, mientras ella usaba el pecho fuerte de Malcolm como almohada entre tanto él acariciaba su cabello dorado en la penumbra.
Hablaron en susurros después de hacer el amor, intercambiando no solo expresiones de amor sino también planes y sueños para el futuro que finalmente se sentía alcanzable. Por primera vez en años, pudieron hablar sobre algo más que supervivencia inmediata.
—¿Qué es lo primero que quieres hacer cuando tengamos nuestras nuevas identidades, mi Lobo Rizado? —preguntó Josephine, trazando círculos perezosos en el pecho de Malcolm con sus dedos.
—Quiero regresar a las T