Durante sus años en el Distrito de las Sombras, Zacary y Lyra nunca se habían desnudado uno frente al otro, no había necesidad porque actuaban más como humanos que cualquier otra cosa debido a los collares que impedían sus transformaciones. Era parte de la realidad de ser cambiaformas presos por los dispositivos de restricción, pero a pesar de todo, en un ambiente donde la privacidad era limitada, sus padres les habían enseñado que cada uno podía tener su mínimo espacio personal. Pero ahora, en un ambiente más relajado, con la euforia de ser lobos otra vez, y con una jovencita que no era su hermana, las dinámicas eran muy diferentes.

Zacary se había encontrado notando detalles sobre el cuerpo de Cassy que nunca había considerado antes: la manera en que se movía con una gracia natural, las curvas suaves que estaban desarrollándose conforme maduraba hacia la adultez, los contornos de sus pechos pequeños, pero bien formados, la delicadeza de su cintura, la forma de sus caderas. Aspectos