235. El círculo se cierra
La Druida Superiora observó el despliegue de poder con una expresión que luchaba entre el asombro, la envidia y algo que podría haber sido pesar. Finalmente, después de varios momentos de silencio tenso, habló:
—Es... extraordinario —admitió la Druida Superiora con voz tensa—. Cuatro Druidas Dorados en una sola familia. Es algo que no se ha visto en siglos.
Pero luego su expresión se endureció, como si recordara viejos rencores.
—Aunque eso no cambia el hecho de que trajiste... complicaciones a este monasterio durante tus años aquí —añadió con una acidez que no pudo disimular—. Tus decisiones pusieron en peligro la reputación de nuestra orden.
Zacary, quien había estado callado durante todo el intercambio, dio un paso adelante. Su altura y presencia física, combinadas con la autoridad que había heredado de su padre, hicieron que la Druida Superiora retrocediera un paso.
—Druida Superiora —dijo con voz controlada pero claramente molesta—, mi madre no trajo complicaciones a este lugar. U