Narra el asesino (anónimo)

Todo arte exige sacrificio.

El error de la mayoría es pensar que el sacrificio debe ser personal. Que hay que doler por dentro para crear algo valioso.

Yo pienso distinto.

No necesito sufrir.

No necesito perder.

Necesito que otros sientan.

Ahí está la verdad.

El dolor ajeno es el único lenguaje que nunca se malinterpreta.

El cuarto está insonorizado. Es blanco. Tan blanco que lastima.

Pinté las paredes con cinco capas de esmalte sintético. El techo tiene luces LED calibradas para proyectar sombras suaves. Como en un set de filmación de los años '60.

La cámara está montada en un riel.

El micrófono, oculto dentro de una lámpara de escritorio. No lo necesito para grabar sonido. Es un capricho. Me recuerda a mi infancia, cuando imitaba películas de suspenso con una linterna en la boca y una sábana como pantalla.

Mi nueva modelo ya está preparada.

Es joven. Veintiséis, tal vez veintisiete. Se llama Carla Mendez. Fue secretaria en uno de los despachos contables qu