Narra Gomes.

Hay algo en este tipo que no encaja.

Tomás Villa.

Editor, escritor frustrado, ex docente. Un tipo con la voz suave y el pelo siempre peinado. Se lo ve pulcro en cada foto, con esa sonrisa de quien parece incapaz de matar una mosca.

Pero hay una distancia entre lo que muestra… y lo que borra.

Y yo me especializo en rastrear eso: las zonas que nadie mira. Los reflejos. Las mordidas que no dejan sangre, pero que arrancan algo igual.

Estoy sentado en la unidad de análisis digital, mirando las capturas del manuscrito original del libro de Lorena. Página por página, comentario por comentario. Cada anotación en rojo es de ella. Lo sé por la caligrafía. Pero en ciertos márgenes aparece otro trazo, más cerrado, más firme. Letras pequeñas, apretadas, que no titubean.

Ahí está.

Página 122. 17.

"La mentira es un arte más noble que el castigo. La mentira ordena el caos."

Lorena jamás escribiría eso.

No con esa estructura. No con esa… simetría. Ella es fuego, no geometría.

Y sin embarg