218. El vuelo del diablo.
Narra Ruiz.
Los motores giran.
Ese zumbido me atraviesa el cráneo, me limpia el pensamiento. El helicóptero me espera en la azotea como un dios de metal, rugiendo encima del infierno que acabo de dejar atrás. Subo con mi hija en brazos, envuelto por el humo, por los gritos, por los últimos disparos que aún retumban allá abajo. Esto es un infierno.
Mis hombres me rodean, darían sus vidas por salvar la mía, y yo daría mi vida por la de mi pequeña hija.
Mis hombres, leales. Armados hasta los dientes. Ni una palabra de más. Ni una duda.
Luisito sube detrás mío, cerrando la compuerta como si sellara una tumba. La ciudad se ve pequeña desde acá, como una miniatura hecha de rabia y traiciones.
—Vamos —digo con voz seca.
El piloto asiente y acelera.
El helicóptero despega por los aires, dejando todo atrás.
Y yo… me arranco de todo lo que fui hace unos minutos. Esto no me lo esperaba. Protejo a mi pequeña inocente contra el pecho. Es un ángel, es lo mejor que hice en esta dura vida. Está ca